mientras
Ella hace poesía mientras espera. No en la servilleta de una cita malograda, no en la reflexión contemplativa de un paisaje. Ella acumula tiempos breves. Tiene el número veintidós y en el tablero no han llegado a las dos cifras. Escribe mientras atienden a su hijo, mientras hierven los fideos, mientras la ducha, o el sueño, están en posesión de otros. Enhebra palabras en la parada del colectivo, en los silencios laborales, en los diálogos mecánicos, en los ascensores con música. Antes de cerrar los ojos, agotada, rima dos o tres ideas que prolongarán sus sueños.
Él no pide turnos, no hace cola, no espera, no condimenta, no consuela, no mide en la pared cómo pasa el tiempo de sus hijos. Él es hombre y por eso escribe novelas.
Bello pero no solo el hace poemas. Ellas con el hacer diario hace una vida poética.Leida en poesías
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