El personaje
El actor se maquilla y el personaje sonríe. Aplica un poco más de blanco, repasa los labios, acentúa las líneas. El cosquilleo en el estómago se va transformando en nudo, luego en retorcijón. Un vasito para pasar los nervios, piensa y toma dos, tres, cuatro. Ahora le pesan los ojos.
Cuando llaman a escena el personaje se presenta. Proyecta la voz, se mueve en diferentes planos, comprenden sus expresiones en la fila cuarenta. Se luce y por eso el público aplaude. Hace una reverencia sobreactuada y un agradecimiento sincero. Pero sólo uno. Entonces desaparece. No puede quedarse para el segundo saludo, debe correr al camarín antes que el actor despierte.
Bello actor que unelo real con la ficción con el rico vaso de un licor de sueño. Amor abuela
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