Abstinencia
A los cuarenta y cinco días de nacida terminó la licencia de maternidad. Comenzó, entonces, su institucionalización educativa. Guardería, jardín, primaria, secundaria, universidad. Cuando dejó de ser alumna pasó a trabajar como docente. La escuela no fue su segundo hogar, ES su columna vertebral. Hace seis meses que no está frente a los alumnos. Las vacaciones de los estudiantes se fusionaron con la cuarentena obligatoria y el aula aparece sólo en sueños. Recurrentes imágenes que se alejan y se esconde, un laberinto de pasillos que impiden llegar al pizarrón, chicas y chicos de espalda alejándose indefectiblemente. Anoche se encontró en una sala de profesores. Un poco pequeña para todos los docentes que parloteaban. Algunos rostros pudo reconocer: colegas de entonces y de ahora, esos que le enseñaron a ella, aquellos que le hubiera gustado tener, y unos cuantos extras llenando el espacio. Sonó el timbre del fin del recreo y cada profesor tomó sus cosas para dirigirse a su aula.